Para el cumpleaños de Jordi he preparado el pastel habitual, con el bizcocho Mamma María, relleno de mermelada de albaricoque y cobertura de chocolate espejo, y para la decoración de los laterales he hecho unos triángulos de chocolate.
Al servir el pastel no sabíamos qué hacer con la decoración, y este ha sido el resultado.
Al servir el pastel no sabíamos qué hacer con la decoración, y este ha sido el resultado.
Elaboración de las planchas de chocolate:
He usado chocolate fondant.
Para que las planchas de chocolate queden más brillantes y sean más resistentes al calor, lo primero es templar el chocolate.
Templado del chocolate:
Fundir el chocolate calentándolo al baño María hasta llegar a 45º. Enfriarlo a continuación hasta los 24º, para esto se puede esparcir en una superficie fría como el mármol y removerlo con una espátula para acelerar el enfriado. Otra forma es la que he utilizado yo, que consiste en fundir sólo la mitad del chocolate, y después añadirle el resto sin fundir y remover para que se vaya fundiendo con el calor el ya fundido a la vez que este se va enfriando.
Una vez llegados a los 24º volver a calentar el chocolate al baño María hasta llegar a los 32º. Ahora ya se puede trabajar con el y realizar la decoración.
Esparcir el chocolate uniformemente sobre papel de horno y dejar enfriar (mejor no meterlo en la nevera). Cuando esté casi sólido, pero no del todo, cortar triángulos con un cuchillo sin sierra. dejar que acabe de endurecer y separar los triángulos con las manos.
Inicialmente pensaba colocar el lado más liso del chocolate, el que quedaba en contacto con el papel de horno, hacia fuera para que quedara visible, pero me ha gustado más el efecto rústico del otro lado, por lo que las he colocado con la parte "fea" hacia afuera.