El título original de la receta de Veritas es albóndigas de azukis, pero nosotros hemos preferido darles forma de croquetas.
La masa es blanda y hemos tenido que añadirle más harina de garbanzos para darle cuerpo. Tras un día entero en la nevera finalmente hemos podido formar las croquetas sin problemas.
El sabor es diferente al de las croquetas de toda la vida, a Jordi le han encantado, a mi me gustan pero sin entusiasmarme, y a la peque no le gustan nada, así que hay opiniones para todos los gustos.
Ingredientes
1/2 kg de azukis
1 cs de lino triturado
3 cs de agua
1 zanahoria
1/2 cebolla
Hojas de menta fresca
Hojas de kale
1 cc de comino molido
Harina de garbanzos
Hierbas provenzales
Pimienta negra molida
Sal
Aceite de oliva virgen extra
Huevo (si se quiere hacer un rebozado tradicional de croquetas)
Pan rallado (si se quiere hacer un rebozado tradicional de croquetas)
Elaboración
La noche anterior poner las azukis en remojo. Cocinarlas al día siguiente con una pizca de sal.
Nosotros las hemos hecho en la olla GM con 8 tazas de agua, menú guiso, 130º, presión alta, 30 minutos. Han quedado un poco deshechas, pero para esta receta no importa.
Triturar el lino, se puede usar un molinillo de café, y ponerlo en un bol con agua. Dejarlo en remojo unos 7 minutos, removiendo de vez en cuando.
Colocar las azukis en el vaso de la batidora con un poco de aceite y triturarlas. También se puede hacer con un tenedor, no hace falta hacer una pasta fina.
Cortar la zanahoria y la cebolla a dados y sofreirlas en una sartén para que se cocinen un poco. Reservarlas.
Trocear unas cuantas hojas de menta y un par de hojas de kale eliminando la parte blanca. Reservar.
Poner en un bol grande las azukis trituradas, las hojas de menta y kale, el lino activado, las especias y la sal. Mezclar bien con las manos. Poner un poco de harina de garbanzos si la masa es demasiado blanda y no permite dar forma a las albóndigas o croquetas.
Se puede dejar unas horas en reposo en la nevera para que termine de coger cuerpo, igual que se hacer con las croquetas tradicionales con bechamel.
Dar forma a las croquetas o albóndigas con las manos húmedas. En la receta original hay que enharinarlas con la harina de garbanzos y freírlas en aceite bien caliente.
Nosotros hemos preferido hacer un rebozado más tradicional de croquetas pasándolas por harina de garbanzos, huevo y pan rallado, pero así dejan de ser aptas para celiacos y veganos.
La masa es blanda y hemos tenido que añadirle más harina de garbanzos para darle cuerpo. Tras un día entero en la nevera finalmente hemos podido formar las croquetas sin problemas.
El sabor es diferente al de las croquetas de toda la vida, a Jordi le han encantado, a mi me gustan pero sin entusiasmarme, y a la peque no le gustan nada, así que hay opiniones para todos los gustos.
Ingredientes
1/2 kg de azukis
1 cs de lino triturado
3 cs de agua
1 zanahoria
1/2 cebolla
Hojas de menta fresca
Hojas de kale
1 cc de comino molido
Harina de garbanzos
Hierbas provenzales
Pimienta negra molida
Sal
Aceite de oliva virgen extra
Huevo (si se quiere hacer un rebozado tradicional de croquetas)
Pan rallado (si se quiere hacer un rebozado tradicional de croquetas)
Elaboración
La noche anterior poner las azukis en remojo. Cocinarlas al día siguiente con una pizca de sal.
Nosotros las hemos hecho en la olla GM con 8 tazas de agua, menú guiso, 130º, presión alta, 30 minutos. Han quedado un poco deshechas, pero para esta receta no importa.
Triturar el lino, se puede usar un molinillo de café, y ponerlo en un bol con agua. Dejarlo en remojo unos 7 minutos, removiendo de vez en cuando.
Colocar las azukis en el vaso de la batidora con un poco de aceite y triturarlas. También se puede hacer con un tenedor, no hace falta hacer una pasta fina.
Cortar la zanahoria y la cebolla a dados y sofreirlas en una sartén para que se cocinen un poco. Reservarlas.
Trocear unas cuantas hojas de menta y un par de hojas de kale eliminando la parte blanca. Reservar.
Poner en un bol grande las azukis trituradas, las hojas de menta y kale, el lino activado, las especias y la sal. Mezclar bien con las manos. Poner un poco de harina de garbanzos si la masa es demasiado blanda y no permite dar forma a las albóndigas o croquetas.
Se puede dejar unas horas en reposo en la nevera para que termine de coger cuerpo, igual que se hacer con las croquetas tradicionales con bechamel.
Dar forma a las croquetas o albóndigas con las manos húmedas. En la receta original hay que enharinarlas con la harina de garbanzos y freírlas en aceite bien caliente.
Nosotros hemos preferido hacer un rebozado más tradicional de croquetas pasándolas por harina de garbanzos, huevo y pan rallado, pero así dejan de ser aptas para celiacos y veganos.