Ayer fue el cumpleaños de mi hijo, pero no le gustan los pasteles, de ningún tipo, solo los bizcochos normales como el de yogur y sin trocitos de nada, ni ningún tipo de relleno o cobertura. Los helados le gustan, pero solo el de vainilla o vainilla con cookies, ¡no le gusta ni el helado de chocolate!
Aprovechando que su cumpleaños es en agosto, lo que hago desde hace varios años es llevar un molde desmontable a una heladería del barrio que hacen unos helados artesanales espectaculares, y les pido que la llenen de Frolli, que es un helado parecido a la vainilla con trocitos de galletas de chocolate y sirope de chocolate. En el último momento solo hay que desmoldarlo y poner las velas. En mi familia es un éxito asegurado.
Hace un par de meses adoptamos a 2 gatitos, ahora ya tienen 4 meses. Con Tom, al que rescatamos de la calle hace 2 años, ya tenemos 3 gatos en casa, mi hijo los adora. Así que este año he querido decorar el helado con una cara de gato.
Para evitar que los tropezones de chocolate del helado estropeasen la decoración, he pedido al heladero que encima de todo pusiese una capa fina de solo vainilla para que tuviera un color uniforme.
Esta decoración también se puede hacer sobre un bizcocho con alguna cobertura clara o una mousse.
Helado
Chocolate negro para fundir
Una gominola roja en forma de corazón (o cualquier otra cosa parecida para hacer la nariz)
Elaboración
El helado debe estar el máximo tiempo posible en el congelador para que esté bien duro y se pueda desmoldar bien.
Fundir el chocolate y con una manga pastelera o un cono de papel de horno dibujar los ojos, boca y bigotes.
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